Vecinos acusan que por dos familias 3 mil personas se quedarán sin portón
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En Bienvenidos conocimos la denuncia de los vecinos del sector Jardines de Santa María en la comuna de Maipú, quienes acusan que se quedarán sin portones.
Fueron varios meses en que los vecinos del sector Jardines de Santa María fueron azotados por la delincuencia.
Portonazos y asaltos eran recurrentes en el sector, por lo que los residentes cansados de este tipo de hechos delictuales, decidieron organizarse para instalar más de treinta portones en diferentes accesos del barrio.
Todo esto partió el año 2019. De acuerdo con el testimonio de los vecinos, dado los niveles de delincuencia, se vieron obligados a instalar los portones, dado que así tendrían un poco más de seguridad.
Precisamente, los vecinos aseguran que con la instalación de los portones redujo sustancialmente la delincuencia, los portonazos terminaron, cesaron los robos en viviendas y la tranquilidad poco a poco volvió a reinar en las calles del sector. Para los habitantes del barrio los portones fueron la única solución.
Vecinos temen por su seguridad
Hace algunas semanas una notificación municipal, gatillada por una orden de la controlaría, rompió abruptamente la paz que se había conseguido con la instalación de los portones. La orden indicaba que los portones debían ser retirados en un plazo de sesenta días, de lo contrario, su retiro se haría por medio de la fuerza pública.
Por esta razón, los vecinos del sector están en pie de guerra y manifiestan que no permitirán que las rejas que tanta seguridad les han brindado sean retiradas.
Según cuentan los residentes, por años la instalación y permanencia de los portones fue aceptada por los vecinos que vieron la tranquilidad en ellos Sin embargo, hace algunos meses, dos personas hicieron un reclamo gatillando la resolución de la contraloría. Cabe destacar que son dos personas versus tres mil que sí están de acuerdo.
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Son más de tres mil personas quienes han visto en la instalación de los portones su seguridad y la de sus familias Más de treinta rejas que significaron también una inversión económica para las familias, quienes ven con preocupación el futuro del barrio.
