Roberto y Lucila, ambos con el síndrome de Morquio. La novia mide 95 centímetros y el novio un poco más de un metro. Ellos se enamoraron y han debido sortear una serie de inconvenientes asociados a su enfermedad.

Ellos cumplieron su sueño pese a que parte de la familia del novio se oponía al matrimonio, pues creían que dos personas bajitas no son capaces de tener una vida juntos. La pareja recibió el apoyo del programa y, paso a paso, fueron dando los pasos necesarios para lograr su sueño. Luego del matrimonio, Pancho consiguió una reunión con la vocera de gobierno, Cecilia Pérez. La secretaria de Estado recibió a un grupo de personas que padecen esta enfermedad, incluidos los novios y conversaron sobre la posibilidad de incluir esta enfermedad en la ley Ricarte Soto. Además, la ministra le dio trabajo a Roberto, solucionando un problema que complicaba a la pareja.