A principios de marzo se se hizo público el delicado diagnóstico médico del actor Bruce Willis, quien padece una silenciosa enfermedad que lo obligó a dejar la industria del cine a sus 67 años.

Durante las últimas semanas la estrella de Hollywood ha tomado notoriedad dado que se asegura que su estado de salud está cada vez más deteriorado; con una cruda noticia aún por conocer.

Él sufre demenciona frontotemporal y esto, según informó a New York Post, Glenn Gordon Caron, director e íntimo amigo de Bruce Willies, el actor ya no podría hablar. 

"Es como si estuviera viendo la vida a través de un velo. Mi sensación es que de tres minutos, ensillo uno él sane quién soy. El ya no es totalmente verbal. Solía ser un actor voraz y ahora no lee. Todas esas habilidades lingüísticas ya no están presentes en él, sin embargo sigue siendo Bruce. Cuando estás con él sabes que es Bruce y estás agradecido que esté allí", relató.

En esa línea, reflexionó sobre cómo la enfermedad fue apagando la vida de Bruce Willis, "no había nadie que tuviera más alegría de vivir. La alegría de vivir se se le ha ido".

¿De qué trata la enfermedad que afecta a Bruce Willis?

De acuerdo a Mayo Clinic, la demencia frontotemporal es "un término general para un grupo de transtornos cerebrales que afectan principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro, áreas que se relacionan con la personalidad, la conducta y el lenguaje".

Por su parte, el doctor Sebastián Ugarte en el matinal de Canal 13, "Tu Día", se refirió en una ocasión a dicho problema de salud. El especialista indicó que produce una "conducta impulsiva sin frenos, alguien que siempre se desenvolvió muy normalmente y de pronto empieza a tener una incapacidad para frenar sus impulsos”.

Con respecto a los síntomas, Mayo Clinic destaca los siguientes en términos del comportamiento de una persona afectada: 

- Conducta social cada vez más inapropiada

- Pérdida de empatía y otras habilidades interpersonales, como tener sensibilidad a los sentimientos de los demás

- Falta de juicio

- Pérdida de la inhibición

- Falta de interés (apatía), que puede confundirse con depresión

- Conducta compulsiva repetitiva, como golpear, aplaudir o golpear los labios

- Una disminución en la higiene personal

- Cambios en los hábitos alimenticios, generalmente comiendo en exceso o teniendo una preferencia por los dulces y los carbohidratos

- Comer objetos no comestibles

- Deseos compulsivos de llevarse cosas a la boca

En cuanto a síntomas físicos, el doctor Ugarte mencionó que existen "temblores en las manos y en las otras extremidades".