Estudio del 2001 ya había alertado por riesgos de construir en dunas y posibles socavones
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Un estudio liderado por la Pontificia Universidad Católica de Chile en 2001 ya había advertido de los riesgos de construir en dunas, alertando que era muy probable la aparición de socavones.
La investigación, que data de 2001, lleva por nombre "Indicadores geomorfológicos de la fragilidad de paleodunas" y explicaba que el "efecto combinado de la fragilidad de las dunas antiguas, por sus condiciones naturales y de los usos del suelo, produce la desestabilización de las mismas y el desencadenamiento de procesos geomorfológicos que llevan a su rápida transformación y degradación".
Cabe destacar que esto es precisamente lo que ocurrió en Reñaca y Concón, donde el peso de las estructuras hizo colapsar el suelo, provocando socavones de enorme tamaño.
Estudio de 2001 ya advertía del riesgo de construir en dunas
En el estudio se menciona que las dunas litorales por su ubicación en la interfase mar-tierra son muy frágiles: "Algunos tipos dunarios, como las dunas borderas asociadas a una playa, son muy inestables y solo pueden sustentar algunas actividades humanas controladas que no afecten su dinámica".
"Las dunas antiguas o paleodunas (estabilizadas por la vegetación) son capaces de soportar usos humanos con algunas restricciones que las protejan de la removilización. Ciertas dunas antiguas se encuentran colgadas sobre acantilados y que ya no se vinculan con una playa y son también muy frágiles, como ocurre con las dunas de Punta Concón", menciona el estudio.