El escalofriante caso de “La Quintrala” generó impacto total en el país
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En este nuevo capítulo de “Los 2000, un zapping al pasado”, recordamos el escalofriante caso María del Pilar y los crimenes que puso en alerta a todo el país.
El país se estremeció con la noticia de tres crímenes que parecen no tener conexión. El 23 de abril de 2008 son asesinados Francisco Zamorano y Héctor Arévalo. Mientras que el cuatro de noviembre del mismo año, a pocas cuadras de la Plaza Italia, un joven universitario pierde la vida en un confuso incidente, se trata de Diego Schmidt-Hebbel.
Precisamente, María del Pilar Pérez, también conocida como “La Quintrala”, fue la protagonista de uno de los casos policiales que ha generado mayor impacto en el país.
Se genera todo un impacto cuando se informa que la tía de la novia del joven fue estuvo detrás del entramado, que ya había cobrado dos víctimas fatales antes, y un intento de asesinato de su nuera, y todo por el cobro de una herencia.
El caso que remeció al país
Para el fiscal encargado del caso, Carlos Gajardo, el hecho fue desafiante al encontrarse con una criminal que superaba todos los límites.
"Ella era una personalidad narcisista, se consideraba superior a todo el resto, en todo tipo de ámbitos, intelectualmente sobre todo. También una personalidad paranoide, sentía que todo el mundo estaba en su contra, partiendo por su familia más directa, su hermana, su madre, etc”, señaló.
Junto con esto, agregó que María del Pilar “tenía una actitud a la defensiva, mucho en el plano económico, de acaparar los bienes que eran producto de la herencia familiar de su padre. Además, una personalidad psicopática, en el sentido en que no siente empatía por el sufrimiento de los demás, no le provoca nada”.
“Ella comete una serie de hechos en donde va dejando heridos y muertos en el camino, y eso no hace que modifique su manera de actuar", puntualizó Gajardo.
"Su intento final es asesinar a todo el resto de su familia: a su madre, a su hermana, a su sobrina, y al novio de su sobrina. Y eso demuestra obviamente esta incapacidad de ponerse en el lugar del otro, esta mentalidad psicopática donde nada te detiene, sólo tus intereses son los que importan", continuó narrando.
María del Pilar Pérez fue condenada a dos penas de presidio perpetuo: una pena a presidio perpetuo efectivo y una de presidio perpetuo simple, en lo que fue la condena más alta que se ha dictado en la reforma procesal penal, y por lo tanto en la historia del país.