Para reconquistar definitivamente a Daniela, Luis Mateucci fue a un picnic con ella en el patio de la casa-hacienda de Tierra Bava, donde consiguió un piquito.

“Es mi primer desayuno con quien yo quiero aquí adentro”, le aseguró el argentino, y agregó que su relación con Chama fue de mutuo apoyo y volvió a disculparse por cómo la recibió cuando Daniela Aránguiz recién entró.

“Me hubiera gustado abrazarte, correr, darte una entrada como merecías. Pero pensé que me habías olvidado o que me querías pegar”, confesó Mateucci. Luego, cuando Daniela le dijo: “Yo te quiero. ¿Tú me quieres?”, Luis respondió: “No te quiero, te amo”.

Luis insistentemente trató de besar a Daniela, y ella le corría la cara. “Tienes todavía los besos de Chama metidos”, dijo ella, y Luis fingió leer un mensaje de la producción escrito en una servilleta pidiéndoles darse un beso de un minuto. Finalmente Daniela accedió y le dio un “piquito”, diciéndole “no te hagas ilusiones, no te enamores de nuevo”.

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