¡Siguen las guerras del desayuno en Tierra Brava! Alguien se está comiendo todos los huevos
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Siguen las guerras del desayuno en Tierra Brava. Los madrugadores tienen acceso a mucha comida, mientras que el resto se queja de falta de alimentos. Podrán decirse muchas cosas, pero comida no debería faltar ¿o sí? La polémica está servida. ¿Merecen comer sólo los madrugadores? Te contamos los detalles aquí.
Desde que Fabio Agostini se empezó a sentir abandonado por su equipo que comenzaron las guerras por el desayuno. Estas son una especie de competencia tácita entre los participantes de Tierra Brava por apoderarse de la mayor cantidad de comida, dejando a otros malnutridos y sin fuerzas. La casa se divide entre madrugadores y hambrientos.
Los madrugadores dicen estar en lo correcto porque hacen el fuego y dejan todo listo para que los que llegan tarde hagan lo que quieran demasiado cómodos.
El ladrón de huevos de Tierra Brava
Fabio no se esconde e incluso se jacta de hacerlo: se levanta todos los días a hacerse de huevos extra para comer. A partir del capítulo de hoy tiene un nuevo discípulo: Arturo Longton. La Leyenda se aproximó con mucha confianza a la cocina y se sirvió tres huevos y se los tomó "a lo Rocky Balboa".
Hay que recordar que otra que tuvo problemas en Tierra Brava anteriormente fue la Chama Alexandra Méndez. Ya recibió serias acusaciones de parte de sus compañeras de encierro, sobre los grandes volúmenes de alimentos que ingiere sin consideración por el resto.
Hoy nuevamente se apuntaron dedos sobre quién podría estar sobrealimentándose. De los 10 huevos que había en la mañana, al poco rato sólo quedaban 3, lo que provocó la furia de Eva Gómez, quien también alegó por la escazes de leche. Mientras tanto se vio a Junior Playboy comiendo un huevo duro y Luis Mateucci entrenando con vigor.
Este último también había sido apuntado antes en la pelea que tuvo con Daniela Castro por haber escondido paltas. Además, Mateucci fue acusado por Arturo Longton de haber comido antes de tiempo.
Las cosas en Tierra Brava no están fáciles y la convivencia es ruda en cada momento del día. ¿Quién tiene razón? ¿Será que los que madrugan tienen mayor derecho a comer que los que llegan tarde?